A la gravedad de la patología se suma el incremento de casos, motivado por varios factores, como explica la Dra. Ana García Pelayo, neuróloga del Hospital HM Modelo, "ya que, pese a que la edad es uno de los principales factores de riesgo para padecer un ictus, la adopción de hábitos de vida poco saludables, el incremento de la hipertensión arterial y de arritmias en la población menor de 50 años, parecen ser la causa de este aumento de casos que estamos viendo".
Entre las causas que provocan un ictus está la presencia de una arritmia muy frecuente en la población general, que es la fibrilación auricular, "por lo que es fundamental su diagnóstico precoz para poder tomar las medidas terapéuticas oportunas", explica la Dra. García Pelayo. Otro factor de riesgo es el hecho de haber sufrido ya un ictus. "El 10% de los pacientes sufren un nuevo episodio durante el primer año y a partir del segundo el riesgo de recurrencia es de un 5% anual, por lo que esencial llevar un control estricto de todos los factores de riesgo cardiovascular si el paciente ya ha sufrido un ictus", indica la especialista en Neurología del Hospital HM Modelo.
Los expertos llaman la atención sobre los factores de riesgo potencialmente modificables, como son la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes y la dislipemia. Todos ellos se asocian a un mayor número de casos, por lo que recomiendan una dieta saludable, el abandono del tabaco y el alcohol y el ejercicio físico como medidas para ayudar a controlar estos factores.
Actuar a tiempo
Lo más importante ante un ictus es actuar rápidamente, por ello los profesionales médicos inciden en la importancia de que la población sepa identificar los síntomas para poder solicitar ayuda en la menor brevedad posible.
La pérdida de fuerza o sensibilidad repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo, la aparición de confusión o problemas en el habla o para la compresión, la pérdida de visión en uno o en ambos ojos, la dificultad de repente para caminar, mareos o pérdida del equilibrio y la existencia de un dolor de cabeza fuerte, repentino, sin causa conocida, pueden alertar sobre la posibilidad de estar sufriendo un evento cerebrovascular.
Ante cualquiera de estas situaciones 'cada segundo cuenta', por lo que se debe avisar al 112, incluso aunque los síntomas cedan al cabo de unos minutos, ya que podría tratarse de un ictus transitorio que posteriormente dé lugar a un nuevo evento.
Mejor pronóstico gracias a nuevos tratamientos
En la actualidad existen tratamientos que, aplicados en las primeras horas de evolución del ictus, pueden disminuir secuelas o incluso prevenir daños irreversibles. Entre esos tratamientos la especialista del Hospital HM Modelo destaca la fibrinólisis intravenosa que, "administrada en las primeras cuatro horas y media mejora en más de un 30% la recuperación". Más reciente es la aplicación de técnicas endovasculares como la trombectomía mecánica, que permite tratar a determinados pacientes durante un mayor margen de tiempo.
NP ICTUS coruña.doc